A tu lado, La lluvia

Recuerdo estar en el trabajo de mi papá... Que no era el edificio que conozco, era uno más blanco, más luminoso y más bonito... Y creo que además estaba trabajando en algo de la U, mientras me comunicaba por cámara con Daniel.

Al ir caminando, vi que la cámara ya no mostraba a Daniel (supongo yo que llevaba un celular). Lo que mostraba era a alguien en un carro, creo que un taxi. Era una mujer de unos 50 o 45 años, macha, con maquillaje excesivo y que obviamente jugaba de adolescente.

Llegué a la casa de un hombre pelón (pero de no más de 35 años), y le conté lo que había pasado. Su casa era tan bonita!!! Todo el patio estaba cerrado por ventanas de vidrio, y había un pasadizo al cual solo se podía entrar si uno se metía a la casa, así que no había acceso desde el jardín. Era un pasadizo delgado, y vi varios pájaros volando en el patio. Había muchas plantas, y me distraje tanto viendo eso que ni le puse atención a lo que me dijo el hombre

_¿No sabías? Marcá el 915... Lo marcó... Ahí fue cuando me di cuenta de que lo que había tenido en mis manos todo el tiempo era un celular. Respondió una voz melosa... Resulta que la señora era prostituta

El Albergue Escondido
Estaba en una tienda de zapatos, limpiándome el trasero... ¿Por qué? Ni idea, supongo que no era una zapatería cuando empecé. Al ver que se había hecho más grande, le pregunté a una muchacha china de pelo negro dónde podía lavarme las manos. Me señaló un pasillo. El pasillo se hacía cada vez más estrecho, hasta llegar a una abertura en la que solo se podía pasar acostado. Al salir por ella, llegué a unas escaleras. Pensé: "Estas escaleras son como las de mis sueños, por eso me dan miedo".

Estaban torcidas, y las barandas tenían muchos adornos, como en la época colonial. Llegaban hasta una sala de espera con varios ancianos. En la pared, había un lavatorio y un viejito como con lepra recostado. Al tratar de coger jabón, algo que traía yo en la oreja se me cayó... Y con todo el cuidado del mundo, lo aparté para recogerlo. La piel estaba hecha pedazos.

Al devolverme, vi que cerca del techo había varias "salidas" de pasadizos. En eso, una anciana me agarró del brazo, y yo instintivamente me la quité con fuerza... Pude haberla quebrado... Era una anciana de pelo largo, muy bonita...